Yo quiero tener un millón de amigos
y así más fuerte poder cantar.
Esto cantaba Roberto Carlos cuando este nombre no era todavía sinónimo de lateral izquierdo brasileño de fuerte pegada y poco cerebro. El tío quería tener un millón de amigos...
Y yo me pregunto... ¿Si tiene un millón de amigos habrá sido invitado a un millón de bodas de amigos? Es más, si su pareja tiene otro millón, ¿habrá ido a dos millones de bodas? Bueno, supongo que posiblemente algunos amigos se han casado entre sí, con lo cual se reduciría el número de bodas... Aún así, el tío no se ha librado de comprarse un millón de trajes, gritar que se besen quince millones de veces, comerse un millón de pasteles nupciales, un millón de barras libres (esto ya está mejor).
Y sigo pensando... Tengo un amigo que le gusta enseñar sus posaderas en las bodas. No os diré su nombre, empieza por Di y acaba por O. Si fuera Roberto Carlos, habría enseñado el culo un millón de veces, es decir, más veces que Lucia Lapiedra en las playas de Supervivientes. Como se entere Pipi Estrada, deja la pornstar y le pide matrimonio a mi amigo.
Yo no tengo tantos, bueno, eso diría yo, pero parece que todos se han puesto de acuerdo en este 2008 para casarse. Así que, haciendo cuentas, tenemos cuatro bodas este año. Porque claro, también tomas como tuyo los amigos de tu pareja.
Así que, amigos míos, tenéis dos opciones. Casaros en el 2009 (bonito año) o no invitarme a más bodas, por favor, que aunque haya barra libre, el euríbor aprieta y la cosa no da para más.
1 comentario:
miralo por el lado positivo tendras que ir a un millon de despedidas jajajaj
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