lunes, 4 de febrero de 2008

VIDAS


No recuerdo cuándo fue la primera vez que escuché a Pedro Guerra. Era la mitad de los años 90 y empezaba a escuchar cositas de lo que empezaron a denominar "nuevos cantautores". Ismael Serrano, Javier Álvarez, Tontxu... y Pedro Guerra.

Comencé a escuchar Golosinas. Amor y golosinas, sueños perversos, y Gerard Depardieu diciendo versos. Esa canción y concretamente la frase todos tenemos algo escondido y yo como todos tengo lo mío me inspiró para la realización de este blog. Esa era la idea que en él quería reflejar, que debajo de nuestra apariencia y nuestro comportamiento, de nuestros diferentes roles en diferentes lugares según la posición que ocupemos, cada uno es como es y muchas veces ese yo lo tiene escondido. En este blog pretendo sacarlo, hay días que estoy de buen humor y hago bromas, días que me preocupan otras cosas de la sociedad, días que sólo tengo ganas de hablar de mi Sevilla, días que me dan ganas de explicarlos que tengo los mejores amigos del mundo. El marido de la peluquera. Las gafas de Lennon. Contaminame.... Tan Cerca de mí, pasa, entra y siente que hay quién sufre como tú.
Más tarde llegó Mararía y sobre todo, Raíz. Porque sin esa raíz, ¿qué será?. Bahía, otra forma de sentir. Daniela que tanto y tanto me enamoró y quién sabe si será la culpable del nombre de mi descendiente. Y claro, la lluvia nunca vuelve hacia arriba.

Ofrenda, descubrir a Chico César, Lenine, Daniela Mercury y la actualmente tan famosa Julieta Venegas. Conciertos en el Palau de la Música y en el Auditori, hacerme ver que era posible que un hombre descalzo con una guitarra me emocionara tanto y tanto.

Hijas de Eva y más tarde, Bosillos. Más conciertos en el Palau de la Música. El circo de la realidad, cuánta razón... Esa idea de menguante que el otro día os explicaba.....

Y ahora a sus 42 años y luciendo alguna que otra cana, rompe con cuatro años de exilio artístico. Agotado tras editar 8 discos en 10 años y ofrecer centenares de conciertos, Pedro Guerra se refugió en la vida familiar "para conseguir la oxigenación que necesitaba" e iniciar un proyecto de paternidad que se materializó en Pedro, su primer hijo.

Fruto de este tiempo de reflexión y de recuperación de la ilusión por la música, Pedro Guerra publica Vidas, catorce cortes en los que desnuda su madurez, habla del recogimiento de los últimos tiempos y, sobre todo, de la paternidad a través de los ojos de su hijo Pedro, inspirador -según cuenta el canario- de buena parte del disco, y protagonista de la portada (en color verde esperanza).

Para el compositor, los ‘cuarenta’ no han supuesto ninguna crisis, sino madurez: "Me gusta pensar que, como un día alguien me dijo, en la vida de un hombre los momentos más intensos se viven entre los 40 y los 50. De ello hablo en este disco, de todas esas vidas paralelas a la tuya, las que pululan de una forma u otra alrededor de tu existencia, y del ciclo mismo en que recibes vida y también la das", comenta.

Recuerdo de sus inicios. Vidas respira mucho del intimismo, la poética y la profundidad de los primeros trabajos del cantautor. Un álbum en el que prima la naturalidad y la sencillez. "Quizá sea el más coherente de todos los que he hecho, equiparable a Golosinas al tener la frescura de estar grabado tocando juntos y al mismo tiempo.

Musicalmente tenía una idea clara del sonido. Con el tiempo creo que aspiro a hacer canciones al modo tradicional. Las letras vuelven a cierta intimidad, a la introspección. No hay compromiso social. He buscado la pureza y lo que me pide el cuerpo es hacer canciones lo más bonitas que pueda".

El sencillo de presentación del álbum es Quisiera saber, composición que respira el mismo tono de nostalgia que recorre el resto del disco. "Siempre existió esa melancolía, esa añoranza en mi música. Pienso en un mundo que ya no es y utilizo palabras que me dicen que ya no se oían. Hay algo de intentar rescatar lo que se echa de menos, aunque no desprecio el mundo actual. Me parece estupendo pero quizá haga falta cierto equilibrio".

2 comentarios:

Javi G. Rigol dijo...

Yo la primera vez que escuche a Pedro Guerra fue cuando tocaba con un grupo, bueno creo que eran dos, era no se que canario, y fué en los 40, hace un porron de años, creo sinceramente que es el mejor compositor junto a Manolo Garcia que hay en este pais, el resto son meras copias de estos dos.

Anónimo dijo...

No vas mal encaminado... Dudo que fuera en los años 40 jejejejej, creo que querrías decir 90...

Te explico. Pedro Guerra forma junto a Rogelio Botanz y Andrés Molina el grupo llamado Taller Canario de Canción donde trabajan la música tradicional canaria. Muy recomendable, musicalmente muy bonito.

Más tarde, tras su disolución, los tres miembros inician carrera en solitario. Si te gusta, te recomiendo que busques Rogelio Botanz. Tiene una canción que me encanta, "Gente que sí", donde afirma que hay gente que sí y hay que gente que no...

Estoy de acuerdo contigo que es el mejor compositor de este país, por lo menos, uno de ellos, el que más sensibilidad social tiene y el que musicalmente mejor trabaja los detalles, sobre todo los arreglos de cuerda, el cello de su hermana es un toque de distinción de sus canciones. Pero yo no afirmaría que el resto son copias, cada uno tiene su sitio, su lugar y su estilo.