lunes, 25 de febrero de 2008

ALLENROK


Hoy sale a la venta Allenrok el nuevo álbum de Estopa. Mucho se ha escrito sobre ellos, mucho más se seguirá escribiendo, sobre todo en estos días de promoción y salida a la venta del disco.Esto por ejemplo lo ha escrito Xavier Sardà dentro de la promocion de Sony BMG, su compañía.


Escribir es difícil. No se puede escribir a ritmo de rumba… ba… ba…ba
¡tica-tica-tica-ta! Ni hay libros con banda sonora... ni textos musicados…

Así pues, ¿cómo decir algo, sólo escrito, sobre un disco de Estopa? Hay mil palabras pero todas pequeñas. No sé cómo ser útil. Les envidio… ¡poder contar historias cantando y tocando!

Del disco no me atrevo a decir gran cosa. Hay que escucharlo. Pero sí creo saber algo sobre cómo viven. Sobre cómo trabajan. Sobre cómo viven su trabajo. Sobre cómo trabajan su vida. Sobre cómo son de los pocos afortunados que han roto la frontera entre su arte y su día a día. Y esto es acojonante. El disco es para felicitarles, pero esto otro es para darles el Nobel del sentido común (que no sé por qué no lo hay).

Recordemos la historia. Dos hermanos que nacen en familia humilde en zona de mucha inmigración y con posibilidades limitadas de echar adelante. Los dos hermanos van, y se llevan bien. Sus padres alucinan. Se pasan horas tocando y cantando juntos. Al poco llenan estadios. Sus padres alucinan, porque siguen yendo a comer a casa. Triunfan más y se hacen un pequeño estudio en casa del los “pápas”. Felices. Así que componen mientras les preparan paella o arroz a la cubana o lo que sea…, que el padre ha podido cerrar el bar y eso. Va uno y se casa, el otro con la novia de mucho tiempo. Primer nieto. Y comen en casa. Componen y están con los de siempre. Más que sencillos son listos. Tienen esa inteligencia vital del que no esperaba mucho y le viene todo.

Podrían tener el mismo talento musical y la misma visión creativa y ser un poco gilipollas. Y nadie les podría pedir más… ¡pues no!, van y rompen a cojonudos. Hay que ser muy de Cornellà para que te mantengas en tu sitio. Hay que ser de alguno de los muchos Cornellàs que hay en España, donde las palabras quieren decir lo que quieren decir y los sinónimos son una mariconada, para mantenerte en tu sitio.

El disco está repleto de lo que es esencial. De lo único que tiene valor cuando sólo se habla de precios. Valga un poemilla con trocitos de diferentes canciones, y que Estopa me perdone:

Y yo te quiero besar tus labios de caramelo,
Contigo quiero volar
Cuando mi alma se enamora.
Deja que esta noche tus pies anden descalzos,
Se me olvidó la mejor melodía justo antes del amanecer,
Dicen las cuatro esquinas que me conocen que les pongo a las cosas el corazón.
No nací gitano, no
No quiero ser payo yo
Sé muy bien donde nací,
¡Nací en el Mediterráneo!

¡Viva Estopa, los padres que los trajeron al mundo, y el arroz a la cubana!


Xavier Sardà.




Os puedo contar que gracias al trabajo de mi hermano he tenido la suerte de conocer a muchos “artistas”. Con Estopa, he tenido la suerte de conocerlos “antes de”, “durante” y “después de”. Y si hay algo que me alucina de ellos, es que sigan siendo los mismos. Me explico. He conocido “cantantes” que estaban en un buen momento, con un éxito en listas, que eran auténticos divos. Los hay que, son tan estrellas como ellos, y viven en un mundo de famoseo y petardeo y con un ego superlativo. Estaría feo dar nombres…

Pero David y Jose no son así. De hecho, su vida personal es la misma. Tienen las mismas mujeres que cuando trabajaban en la Novel, dedican el tiempo de ocio a lo mismo. Se toman sus cañitas, sus tapas, juegan a la play y al basket. Aquellos dos chavales que me preguntaban por qué era tan importante ser número 1 de 40 (coño, porque vuestra canción suena cada dos horas en antena), que alucinaban porque los gastos del mueble bar durante una actuación de 40 corrían a cargo de la compañía, que no sabían qué poner en un autógrafo, que afinaban sus guitarras antes de su primera actuación en playback, que alucinaban porque había una chica que en la primera fila se sabía enterita La Raja de tu falda, son los mismos que ahora, en el mejor restaurante de Madrid, son capaces de pedir un plato de lomo con patatas fritas, y, por favor, con all i oli.

Mientras muchos artistas andan preocupados por otros temas más banales, ellos no tienen ese problema, sencillamente porque son los mismos que eran antes de ganarse la vida con la guitarra. Eso es lo que, para mí, les hace ser unos grandes. Siguen rodeados de la misma gente, no se les ha subido la fama a la cabeza. Es el propio David quién afirma. “Lo importante es la persona, no a lo que se dedique. Lo importante es la gente normal y sencilla, campechana y que no va de nada. Esos somos y eso seremos”. Yo creo que lo están consiguiendo.

De hecho siguen defendiendo las mismas ideas que cuando éramos compañeros de pupitre y se dedicaba a romper lanzas. En la última entrevista suya que he leído David afirma: “consideramos irracional esa gente que tiende a olvidarse de lo mal que lo han pasado. En los años sesenta y setenta del siglo pasado miles de andaluces y extremeños llegaron a Cornellà huyendo a de la pobreza, como ahora lo hacen los árabes o los sudamericanos, o los chinos… Y vivían hasta doce amontonados en un piso que les realquilaba alguna dueña. Era lo mismo, pero ahora lo llaman camas calientes y está peor visto. Que alguien se queje ahora porque se meten siete árabes en un piso alquilado que nos parece una amnesia irracional”. De hecho, son exactamente las mismas palabras que yo suscribo en la conclusión de mi trabajo sobre los 40 años de vida del barrio de Sant Ildefons, de nuestro barrio. Supongo que el hecho de compartir profesores durante tu adolescencia te marca una forma de opinar, que ambos conservamos.

Recuerdo que cuando empezaba todo el éxito, David me dijo: “A mí lo que me gustaría es poder vivir de esto. Ganar 200000 ptas al mes cantando y dando conciertos. Y si no lo hago, pues me vuelvo al bar”.

Creo que, por suerte, hemos perdido a un par de camareros.

2 comentarios:

Taratan dijo...

Aunque me hubiera gustado coincidir algo mas con ellos despues de haber triunfado (habre coincidido 2 o 3 veces, una de las cuales en una Nochevieja un poco loca con David) estoy de acuerdo en que siguen siendo los mismos.

Y creo que no es tan facil como parece tenerlo tan claro todo.

Taratan dijo...

Por cierto,saludos desde "la Novel".