miércoles, 1 de octubre de 2008

PEQUEÑA Y BREVE HISTORIA DE UN TAXISTA FRUSTRADO


Cuando llegas a una cierta edad, allá sobre los seis o siete años siempre hay una pregunta que has de responder, Manolito ¿Qué quieres ser cuando seas mayor? Ahí yo ya era diferente de los demás, porque mientras mis compañeros querían ser futbolistas, astronautas o peones de fábrica como sus papás, yo quería ser taxista.

Ha sido mi ilusión desde niño. Es más, yo siempre he vestido de color amarillo y negro, como los taxis de Barcelona, la ciudad donde resido, así que fui conocido durante mi infancia como “La Abeja Maya”. Cuando me despertaba por la mañana me ponía el cartelito de libre, cuando me dormía el de ocupado. Cuando entraba al baño a cagar, también ocupado. A mí mi madre no me daba la semanada, me daba lo que yo llamaba “bajada de bandera”. Si me la daba por la noche, le hacía que me diera dos euros más de suplemento nocturno.

Cuando hice la comunión mis padrinos me regalaron mi primer taxímetro. Fui creciendo y estudié, me sé el callejero de todas las ciudades españolas de cabo a rabo. Y no me lo sé de memoria, sino que lo entiendo. Me fui entrenando en cómo llevar un palillo en la boca y hablar a la vez sin parecer desagradable.

Así que, con mis recién cumplidos dieciocho años, me presenté a obtener el carné de conducir y lo aprobé sin problemas.

Pero ahí viene mi fracaso, ya que he suspendido el carné BTP, el que te exigen para conducir un taxi. Y es que fallé en la prueba definitiva, en la que una persona que, como yo sueña con ser taxista, nunca puede fallar. Se ve que no tengo la característica más importante de un taxista: la capacidad para ver que el semáforo está en verde tres segundos antes que el resto de la humanidad.

Y como ya voy tarde para ser futbolista o astronauta, creo que intentaré ser peón de fábrica, como mi padre.


Escrita con el mayor de los respetos hacia el colectivo de taxistas, muy especialmente mi gran amigo Javi, lector asiduo de este blog.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

jajajajajajaj

estas como una cabra

Javi G. Rigol dijo...

gracias hilario, pero yo de mayor nunca pense en ser taxista es mas incluso ahora despues de tres años en el oficio se me hace raro pensar en lo que estoy haciendo, yo iba para medico o profesor, mis profesiones frustadas y no viene de familia, pero... la vida te lleva a lugares insolitos, gracias por el detalle, jejeje ha estado de coña

Hilario dijo...

Javi, a ver si el sábado voy a verte y te explico a qué obedecen todos estos escritos...