25 AÑOS Y OCHO DÍAS

Ayer tuve un sueño
alto como el cielo
cuando desperté
algo me quemó muy dentro.

El pájaro cantaba
la triste melodía
que brota de la tierra
sin cesar ni un momento.

De pronto me vi
como un extraño
comencé a caminar
sin saber a donde ir
sin saber ...

Los árboles contaban
historias de otros mundos
con danzas expresivas
para un corazón sediento.

Luminosa mañana
prendida de sufrimiento
hoy he visto la luz
que todos llevamos dentro.

Jesús de la Rosa murió a las seis de la tarde del 14 de octubre de 1983, cuando el automóvil en que viajaba se estrelló contra una furgoneta, a unos diez kilómetros de Burgos. Regresaba hacia Madrid, después de actuar en el País Vasco a beneficio de los damnificados por unas inundaciones.

La muerte de Jesús, cantante y alma mater del grupo, provocó su separación. A partir de ahí muchos recopilatorios, vueltas de antiguos miembros, "robos" por parte de la viuda, y demás mierda que no interesan. ¿Por qué tras estas muertes "públicas" siempre hay follón? Dinero, siempre es el puto dinero...

A lo que iba, que hace poco se celebró el 25 aniversario del hecho, y desde aquí un pequeño homenaje. Yo no recuerdo nada de su muerte, recuerdo haber escuchado cosas de Triana mucho más adelante, justamente después de una conversación con otro grande como Don Joaquín Luqui el cual me dijo: "Hilario, después de Triana no hay nada más en este país. Ellos fueron los pioneros en darle ese aire nuestro al rock and roll". Por cierto, menudos conciertos que estará montando el bueno de Luqui por el cielo, espero que esté dónde esté siga bien y happy happy.

Abre la Puerta, el Señor Troncoso, El Lago, Quiero contarte, Una noche de amor desesperada... Tantas y tantas. ¿Qué hubiera pasado si el trágico accidente no acaba con la vida de Jesús? Quién lo sabe, lo que está claro es que el mundo de la música de este país se hubiera seguido enriqueciendo con sus composiciones.

Desde aquel entonces, quizás influenciado por sus palabras, no hay ningún grupo de este estilo que no me haga recordar las palabras de Luqui.