lunes, 28 de enero de 2008

QUÉ BIEN SE ESTÁ CUANDO SE ESTÁ BIEN


Tras concentrar todo el interés fútbolístico del fin de semana en sábado con tres signos diferentes (victoria de mi Sevilla, empate de mi alevín y derrota de mi infantil)nos quedó por fin, tras mucho tiempo, un domingo libre.

Un domingo libre que aprovecharon para darnos una sorpresa. Y qué sorpresa... Me considero una persona muy sociable, que me encanta estar siempre rodeado de mucha gente, soy de la opinión que mientras más seamos, más no reímos. Y así fue... Reímos, comimos (sobre todo comimos) y pasamos un día de de lo más agradable.

Los dueños de la casa son ese tipo de personas que cuando los ves por primera vez, piensas que son buenagente. Pero cuando los tratas, te das cuenta que son algo más que eso. Me gustan ese tipo de personas que se desviven por los suyos, que dan todo lo que tienen y más. Os agradezco enormemente lo bien que nos hicisteis sentir en vuestra casa, que por cierto, han construido con sus manitas, con su esfuerzo y con su sudor, lo que cómo ya les dije, le da un valor añadido al magnífico lugar que tienen allí. Es un remanso de paz, la verdad es que con el estrés que aguantamos en la ciudad más de una vez te planteas irte una temporadita a un sitio como a ese a cuidar tu huertecito, tus gallinas, etc.

Tras llegar y el aperitivo de rigor (con berberechos, cerveza fría y patatas, como debe ser un aperitivo) nos fuimos a ver los Tres Tombs. Es una tradición donde pasean diferentes caballos y carruajes que se celebra con la festividad de San Antonio Abad. Se supone que se bendicen los animales, a mí me llamó la atención que también bendecieron a los tractores, supongo que será una tradición para que se tenga una buena cosecha. Ah, y por primera vez vi un tractor Massey Ferguson, de esos que anuncia Pepe Domingo Castaño en el Carrusel con su gracia habitual cantando el corrido mexicano. "Massey Ferguson, campeón del mundo de arada...".

Después de los Tres Tombs dimos lugar a hacer un poquito de hambre. El jefe de la casa en una barbacoa y la jefa en otra nos obsequiaron con una carne a la brasa de chuparse los dedos. No enumero porque aún no he desayunado, pero bueno, pinchos, butifarra, careta, cordero, morcilla... Todo regado por un delicioso Ribera del Duero. Y seguíamos disfrutando de la buena compañía. ¿Qué más podíamos pedir? Pues un roscón de postre a la altura de las circunstancias y un poquito de cava para acabar de bajar la comida. Ah, yo antes tras rechazar la invitación del café me tomé una infusión de hierbas también buenísima.

No nos dio tiempo a mucho más. Una sobremesa donde arreglamos los problemas del mundo del fútbol y poco más. Curvitas (lo peor del día, no sé porque no hacen carreteras rectas jejeje), autopista y para Cornellà.

Y a dormir sin cenar. Y como el maestro Garci incluyó en una de sus películas, creo que fue en El Abuelo, qué bien se está cuando se está bien. Aunque ayer, más que "El Abuelo", tendríamos que hablar de "L'Avi".

2 comentarios:

Taratan dijo...

El sabado justo llegaba al campo cuando te empataban el partido. Lastima de puño el portero en lugar de querer atajarla, aunque me han comentado que antes habia parado un par muy buenas.

Raul dijo...

Me alegro por la sorpresa, yo ya tenía algo sabido sobre ella.

Lástima que otros no hayan tenido un gran fin de semana....en el que si puedo decir que un Tandem se acostó anoche de lider.


SALUDOS.