viernes, 25 de enero de 2008

MENGUANTE



No sé si tienes la suerte de vivir ahora mismo en el mismo lugar donde naciste... Si no es así, te recomiendo una acción. Visita los lugares que antes frecuentabas, la calle donde jugabas, la plaza donde en un césped de adoquines emulabas a Arkonada o a Maradona. Puede que llegues a la misma conclusión a la que yo llegué, la misma conclusión que recuerda esta magnífica canción de Pedro Guerra. Nosotros no crecemos, son las cosas las que ahora son más pequeñas. Las cosas menguan. Menguantes.

Hace poco volví al barrio donde me críe, a la Montesa de Esplugues. Os puedo asegurar que el patio donde jugaba me pareció muy pequeño, como los laberintos de los "pisos locos" por donde tantas veces corría y corría, incluso la zona del bar Serramar, la bodega de la señora Antonia. También pude ver el patio del Alexandre Galí y su pista, con lo grande que me parecía cuando le daba patadas a un balón allí y ahora lo veo pequeñito, pequeñito.

Conclusión. Las cosas, lus lugares, los espacios, con el paso del tiempo se hacen más pequeños. Menguan.

¿A ti te ha pasado lo mismo?


El banco de mármol, la plaza, el velero;
cañones por banda… La casa, el colegio,
el uno en la espalda del breve portero…
ya nada es lo mismo.
Menguaron. Pequeños.

El patio, las flores, el invernadero,
los verdes limones que da el limonero,
la lluvia golpeando en temor de mis sueños…
ya nada es lo mismo.
Menguaron. Pequeños.

Sólo el mar es igual,
profundo y azul:
más grande que yo,
más grande que tú.

La piedra que enjuaga el jersey del invierno,
mis botas de barro, mi espada, mis besos,
la Iglesia espiando el calor de mis juegos…
ya nada es lo mismo.
Menguaron. Pequeños.

El arco que carga el rosal desde el suelo,
la calle que ayer era un campo desierto,
la luz del otoño arañando el espejo…
ya nada es lo mismo.
Menguaron. Pequeños.


Sólo el mar es igual…

1 comentario:

Javi G. Rigol dijo...

la verdad es que tienes mucha razon, yo que soy algo mayor que tu bueno bastante he visto como ha cambiado todo este barrio, incluso tengo una grabacion pekeña de super 8 mmm de mi comunion corriendo por la iglesia del Pilar y alrrededores y es increible lo pequeño que es todo incluso extraño, no parece el mismo lugar, las cosas con el paso del tiempo cambian y es cierto se hacen mas pequeñas, pero es peligroso poruqe parece que dejemos de valorarlas