miércoles, 5 de septiembre de 2007

BIENVENIDO A LA REPÚBLICA INDEPENDIENTE DE MI CASA



Andaba yo preocupado sobre lo que escribir cuando se me apareció la luz: llegó a mi buzón el catálogo IKEA. Así que le di la bienvenida a la república independiente de mi casa.

Vamos a hablar de IKEA. Quién no ha disfrutado de sus magníficos pasillos repletos de gente, de su maravilloso parking capaz de colapsarse no sólo él, sino hacer colapsar a todo el polígono de Gran Vía de L'Hospitalet.

Una vez entras por la puerta, ya la has cagado... Si quieres salir te has de recorrer todo el establecimiento. Y son dos plantas. Ya hasta me conozco atajos. De todas formas ellos te guían con unas flechitas para que visites todas sus dependencias. De esta forma verás todos los productos... y acabarás comprando: un par de floreros, dos velas que huelen a no sé qué, un par de cuadros, dos paquetes de pilas, tres muñecos con etiquetas grandes... y lo llevarás en tu bolsa amarilla. Luego están los profesionales, que son los que se traen la bolsa azul de casa. Estos han comprado las bolsas porque son compradores habituales.

Así llegas a la cola donde te atiende generalmente una chica con un contrato temporal por horas. Esta te exige que pongas todos los paquetes con el código de barras hacia arriba. El código no suele pasar... y llama a la supervisora. A los diez minutos viene y acaba metiendo el código a mano. Ya por último, antes de pagar te pregunta el código postal. Yo el primer día le dije, no, no, que me lo llevo a casa, que tengo ganas de cargar el coche hasta arriba... Luego me enteré que era para saber de dónde son sus clientes.

Y luego sales y encuentras una tienda... donde venden los perritos a cincuenta céntimos. Y con todo el tomate que le quieras echar... Y has de comer, porque como te has pasado dentro un mínimo de dos horas y otra horita en la cola... tienes hambre seguro.

El segundo quebradero de cabeza es llevarte la compra a casa. Esos pedazos de paquetes que es totalmente imposible que quepa en un coche... He visto coches cargados hasta arriba, que le salen tablas por delante, por detrás, por las cuatro ventanillas... Yo creo que las fotos esas que envían la gente con vehículos cargados vienen todos del IKEA. Es totalmente imprescidible contar con un colega/familiar que tenga una furgoneta. Sino estás perdido.

Tercer quebradero de cabeza. Súbelo a casa. Si tienes ascensor guay... pero si no tienes o si este es pequeño... por las escaleras para arriba. Ahí es cuando te arrepientes de no haberte apuntado nunca a un gimnasio ni de tener algún colega musculitos... A base de esfuerzo llegas... y la chica suele decir. "La próxima vez lo cogemos con transporte, que tampoco era tan caro...". Pero la próxima vez ya se le ha olvidado...

Y así descansas, hasta que al día siguiente o posteriores has de proceder a su montaje. Como eres un tío culto, empiezas a mirar las instrucciones un par de días antes, para irte familiarizando... y no te enteras de nada. Abres el paquete y encuentras 8 tablas diferentes, 234 tornillos diferentes y unos pasos que si tienes mi capacidad de razonamiento espacial no montas ni en diez años. Y ojo a los nombres de las piezas...

Así que para nosotros, las parejas jovenes, el montaje de muebles, camas y similares es lo más parecido a un curso prematrimonial. Si consigues superar eso sin gritar y desesperarte... lo llevas bien. Gracias al buenhacer de Vanessa hemos conseguido montar algún que otro mueble y hasta nuestra cama. Os reconozco que los primeros días dormía con miedo... pensaba que algún día se desmontaría. Por eso me niego a limpiar debajo de la cama. Así que debajo hay "calandrucos" de polvo... hay tantos que han decidido organizar allí su congreso anual. Esta mañana cuando salía de casa me he encontrado unos cuántos calandrucos en el ascensor... Perdón, ¿el congreso? Sí, sí, debajo de mi cama... pasen. Acredítense en la entrada, si quieres traducción simultánea pueden coger sus guías en el comedor...

Volvamos a IKEA. Ya por último está su presencia en múltiples hogares... Así que cuando visitas una casa siempre aparece el mismo comentario... Perdona, ¿el armario/mueble/cama/espejo/sofa/mueble de cocina, etc. es de IKEA, verdad? Nooooooooo, son de diseño y a medida, no te jode...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, bueno, esto es como la vida misma. Creo que a cualquier persona que en los últimos 5 años se ha comprado un piso ha tenido que pasar todo ese trance.
Aunque te recuerdo que exactamente en "casa" se ha montado: Una habitación de matrimonio completa con armario ropero, dos armarios roperos más, un escritorio, una estantería y una cocina (aunque la cocina no la montamos si que la tuvimos que transportar, jejeje)todo con los tornillos "sprinjel" y las baldas hakadal y tooodo el meollo.

No nos ha ido tan mal no??

Javi G. Rigol dijo...

jajajaj, mira que eres exagerado, yo he sido de los tontos que ha comprado en ikea y he ido cargado en el coche, y te dire que eres un pelin exagerado, tiene sus virtudes hace que nuestra materia gris sobre el bricolage, arte y decoracion etc etc se ponga en movimiento y no estemos todo el puto dia pensando en el futbol jajajaja, que hariamos sin esa pequeña republica independiente? no hay que dejarlo que nos lo hagan todo echo hay que ponerle un poco a la cosa