martes, 6 de mayo de 2008

MUNDOLOGÍA



El viernes pasado crucé unas breves palabras telefónicas con Don Javier Labandón. Tras reirse de mi ocurrencia (lo confundí con Lenny Kravitz, ya que me llamaron desde el concierto de Lenny Kravitz y creía que era él jejeje). Le felicité por su nuevo disco, que menos que dedicarle una breve reseña. Un resumen corto sería un disco con el auténtico sonido Arrebato.

“Mi mayor pasión, cantarle a la vida”, canta El Arrebato en Mundología, el tema que da título y que abre su nuevo álbum que se publica el 29 de abril de 2008. Una receta mágica por su sencillez que ha permitido a Javier Labandón, alma de El Arrebato, conseguir un éxito de alcance popular incontestable en sólo seis años de carrera y cuatro discos, de los que ha vendido más de un millón de ejemplares. Mundología es el quinto álbum de El Arrebato y mantiene esa tensión apasionada y vital, siempre fiel a sus raíces, a su pasado, a su verdad. A esa sinceridad que ha calado en la gente y que permite que lo primero que se escuche por boca de El Arrebato en Mundología sea: “Yo vengo de atrás, de la parte negativa. Esa que nadie quiere, esa que todos esquivan. A veces se me juntaban la noche y el día, maldiciendo mi suerte, las ocasiones perdidas”. No existe el hoy sin mirar de frente el ayer.

Es el comienzo de Mundología, un álbum en el que El Arrebato vuelve a entregarse con la misma pasión que ha marcado a fuego su carrera. Producido por Javier Labandón y grabado en Sevilla junto a los suyos, el disco es puro arrebato. Con el corazón siempre por delante y a pecho descubierto, Mundología ofrece 12 nuevas canciones que mantienen la esencia de la música de El Arrebato. Melodías con salitre sureño, luminosas, alegres, con estribillos rotundos y que siempre regalan sorpresas. Arreglos que mezclan guitarras españolas y eléctricas, que sobre una base rumbeada añaden elementos del pop, del rock, del flamenco y de otras músicas emocionales para arropar unas letras que son el gran hallazgo del El Arrebato por su manera de utilizar las imágenes, las metáforas, la poesía popular transformada en canción hecha sentimiento .

El álbum se abre con Mundología, la canción que le da título. “Mi universidad, la mundología. Mi mayor pasión, cantarle a la vida. Mi gran ilusión es verte cada día. Mi peor enemigo, una cama vacía”, canta El Arrebato en el estribillo de un tema vibrante, que mezcla la rumba con cierto aire raggamuffin y algunos toques de rock latino para lanzar desde la energía un disco que continúa con el primer single. Dame cariño (“Yo no sé si lo vas a entender, si me explico mal o bien, yo qué sé. Lo que quiero decirte es que te quiero más que todo lo que veo, más que todo lo que tengo y más que todo lo que sueño”) es una canción redonda, mezclando como sólo El Arrebato sabe hacerlo pop y aromas sureños, sonidos acústicos y eléctricos y con una de esas letras entusiasmadas y magníficas a las que nos tiene acostumbrados Javier Labandón. Una canción entregada, con un estribillo contundente y destinada a continuar los éxitos de una carrera que durante siete años ha demostrado un tirón popular compatible con la calidad y el apego a las raíces.

Tras comenzar por todo lo alto, el álbum mantiene su viveza con Hoy todo va a salirme bien (“Le he pegado una patada a la tristeza; no necesito un euro para sonreir; dame la mano, niña, que tengo la certeza de que va a pasarnos algo bueno y va a pasarnos algo grande”), otra canción con vocación de éxito, positiva, luminosa, alegre, bailable y feliz, con un estribillo original y espectacular, de los que se cantan a la primera escucha. Una novia en Rochelambert (“La calle de los gitanos nunca ha tenido farolas y de ilusión se iluminan cuando él pasar ve a su novia. Sus únicas propiedades un cante y una guitarra, pero si ella lo mira él se siente el rey de España) mezcla rumba con tanguillos, y tiene cierto aire de comparsa gaditana en los estribillos en otra muestra de esa alegría desbordante de El Arrebato.

Mirando pa ti (“Tu vida es ahora un lienzo blanco. Dibújale el paisaje que tú quieras. No vuelvas la mirada, detrás no queda nada. En tu mundo se acabaron las fronteras”) ralentiza el tiempo en una balada-medio tiempo que es un canto a la mujer, a la libertad, a la independencia, al respeto, a la autoestima. Sigo estando aquí (“Llevo en la memoria tatuado tu perfume, tus andares son la danza de mi libertad, tengo un ejército de besos esperando, tu bandera blanca es que me quieras contestar”) se escapa de ritmos rumberos y se mueve como un valsecito acelerado y ligero, una canción de amor arrebatado de las que es un consumado maestro Javier Labandón, con un espléndido manejo del lenguaje poético popular. Quiero verte (“Dime que eres libre, dime que yo soy tu alimento, dime que somos lo que sea pero que somos y seguiremos siendo”) va directamente al rock y El Arrebato se ha reunido con una leyenda, auténtico pata negra del rock sureño. Es Raimundo Amador, que canta con Javier Labandón y pespuntea todo el tema con su guitarra eléctrica, siempre inconfundible, siempre sobrada, siempre magnífica.

No soy ningún juguete (“Te pusiste los zapatos del revés y empezaste a dar pasitos hacia atrás, desplegaste el paraguas del olvido para que no te mojara la verdad”) retoma la rumba eléctrica, mientras Yo le daré (“Le daré agua fresquita de mi manantial, ella le dará vacaciones a mi soledad”) se introduce en terrenos del pop sureño en un tiempo medio elegante y sutil. Sigo pensando en ti (“Te imagino contemplando el cielo, eligiendo una estrella, murmurando: “una noche de estas me pierdo con ella”) es una canción de añoranza, de recuerdo al ser querido con aroma de copla vestida con un ritmo diferente, como un vuelo por el planeta jazz rock que podría recordar a Triana.

En la recta final del álbum, Si la hubieras visto (“Es tan hermosa que a su lado la luna me parece poca cosa, que vaya por donde vaya no hay más cielo que su boca”) comienza casi por bolero-rumba para electrificarse después y sostener una de esas canciones entregadas, vehementes, típicas de El Arrebato. Y Mundología termina con Una palabrita amable (“Yo no pido una luna de siete colores, no te pido un otoño lleno de flores, no te pido que te gusten siempre mis canciones”), una canción suave, soleada, con cierto aire brasileño y que refleja la sencillez que rodea Mundología. Y si las primeras palabras del álbum miraban al pasado, las últimas se dirigen aún más directamente al sentimiento: “Sólo pido un poco de cariño, una palabrita amable que me llegue al corazón, que tú sonrías como sabes. Sólo pido que me des un beso, calorcito para este invierno, cántame una canción que esté llena de te quieros”.

Mundología es el reflejo de El Arrebato, de su manera de sentir, de ver el mundo, de acercarse a la gente, de trabajar con los suyos. Grabado y mezclado en su tierra, rodeado de músicos como Nani Conde, (bajo y contrabajo), David López (batería), Sergio Gallardo (guitarra flamenca), Raúl Rivas (percusión), Víctor Gaitán y Enrique Galera (guitarras eléctricas) y Jesús Chávez (programación, teclados, guitarras), y con la única colaboración especial de Raimundo Amador en Quiero verte, Javier Labandón ha producido el álbum y ha compuesto todas las canciones. Es su quinto disco, la continuación de una carrera ejemplar que se ha ganado a pulso el reconocimiento popular. Más de un millón de discos vendidos, 125.000 descargas digitales del Himno del Sevilla (6 discos de platino), 85.000 de No puedo más (4 platinos), 65.000 de Búscate un hombre que te quiera (3 platinos)... Son algunos de los poderes de El Arrebato, de unas canciones que han conseguido implantarse en la calle gracias a su manera de contar las cosas.

Canciones que hablan de la alegría y la tristeza, el amor y el olvido, la amistad y el engaño, la calle... De la vida en definitiva. Canciones que han llegado al corazón, consiguiendo un reconocimiento que ahora continúa el álbum Mundología, que se publica el 29 de abril de 2008 en un lanzamiento especial en una caja metálica que contiene el CD y una camiseta firmada por El Arrebato, con un número 1 impreso a la espalda rodeado por una frase alentadora: “Hoy todo va a salirme bien”.

Os he dejado un montaje de la canción "Sigo estando aquí". Un montaje muy sevillista, todo sea dicho de paso...

1 comentario:

Javi G. Rigol dijo...

deberias abrir una pestaña con solo anecdotas " que se puedan contar " que sepas o que te hayan contado sobre todos estos grupos de musica españoles incluso alguno de fuera que suela tocar por aqui, seguro que sabras millones, y con la formas con las cuentas seguro que se hacen interesantes