CODEÁNDONOS EN AMBIENTE SELECTO

Anoche fuimos a ver a Alejandro Sanz a la Carpa Movistar. El recinto es el mismo que anteriormente estaba situado en la zona del Fórum. El espacio está muy bien para disfrutar del concierto, estaba lleno pero sin aglomeraciones, aunque nosotros a lo chulo, sin pulsera ni nada, fuimos directos para la zona VIP. Solo era cuestión de andar con decisión detrás de mi hermano y para adentro.

Ambiente selecto en el lugar, típico de zona VIP. Como el concierto era un evento de Telefónica, había todo un desfile de jefes y directivos de la compañía, directores de emisoras musicales de radio y televisión, cantantes varios (Nika, los mexicanos Motel, los vigueses Ragdog, estos últimos buenísimos, luego os cuento) y famosos varios: vi a Alejandra Prat (a jugar) y su marido y también a Luis Moya (holaluisquetalestásaversimeenseñasaconducirarraaaaaaaaaaaaaas). Suerte que iba con mi pantalón, mi camisa y mis zapatos. Aquello era un desfile de gomina, silicona, buena presencia y gente guapa.

Respecto al concierto, creo que Alejandro Sanz ha entrado ya en una espiral descendente en cuanto a sus discos y actuaciones. Las canciones de "El Tren de los Momentos" apenas eran coreadas por el público (básicamente mujeres, treinta-cuarentañeras, aunque también alguna que otra adolescente), que si vibró con sus clásicos de siempre: Corazón Partío, Y si fuera ella, Amiga mía, etc...

El concierto vino motivado porque Movistar va a sacar un sello propio con grupos noveles que funcionará a través de la red, es decir, que la forma de conseguir la música será mediante descargas, no editarán CD's. La idea es reinvertir los beneficios de este sistema en sacar nuevos grupos (bueno, yo aquí soy muy escéptico). Los primeros afortunados son los vigueses Ragdog.

Otro grupo de veinteañeros con ganas de comerse el mundo. Suenan muy bien, una mezcla entre Ivan Ferreiro, Los Piratas y Pereza (de hecho, comparten productor). Tras pugnar con ellos para conseguir un buen sitio en el reservado desde donde ver el concierto (aprovecharon una ausencia mía para ir a por gasolina para arrinconar a Vanessa, que luego tuvo que tirar de codos y ganarse un sitio que riéte tú de Ballesteros o Javi Navarro defendiendo un córner), conocí al cantante, pude charlar con él un rato. Ambos mostramos nuestra admiración hacia Alejandro Sanz (modo ironía on) y nos mostramos impacientes esperando el momento en el que cantara "Pisando fuerte". Cuando ya hubo un poco más de confianza, le dije:

- "Chaval, no vais a vender ni un puto CD".

Anda que es mentira...

Interesantes estos Ragdog, a ver cómo les va la cosa.