lunes, 31 de marzo de 2008

MY FRIEND JOAQUIN LUQUI


El pasado sábado hizo tres años que nos dejó un maestro de maestros, una de esas personas con las que he tenido el placer de conversar y más huella me han dejado.

Detrás de ese aspecto de profesor chiflado, siempre con su ropa descuidada, Joaquin Luqui era esa clase de persona que transmitía el amor por la música en general. Joaquín trataba por igual a ese artista que estaba empezando y que asomaba su cabeza por el edificio de Gran Via 32 que a cualquier estrella del mundo de la música.

Admirador y amigo de los Beatles, el propio Paul McCartney lo recordaba con mucho cariño, ya que Luqui su apellido tiene la misma fonética que persona afortunada, el inglés lucky.

Hombre de profundas ideas religiosas, según me han contado por nada faltaba a su misa de ocho. De hecho, mi hermano siempre me ha contado que a su llegada a Madrid, aparte de recibirlo con mucho cariño, le comentó a las diferentes iglesias a las que se podía dirigir. Si más no, curioso.

Con 57 años nos dijo adios, pero yo siempre recordaré los momentos en los que pude conversar con él, todo lo que me explicó de El Último de la Fila, y alguna que otra anécdota que no se puede explicar.

Seguramente cuando se marchó tuvo este pensamiento: «Besitos para ellas y abrazos para ellos».

2 comentarios:

Javi G. Rigol dijo...

vaya cada dia me sorprendes mas, yo hubiera tenido la oportunidad de conocer a un monstruo como el me hubiera pasado las horas hablando de musica, pero horas, ya me contaras las anecdotas del mejor grupo de musica que ha tenid y tendra este pais, por cierto te mando un FORTISIMO ABRAZO, ya sabes ande estoy pa hablar de futbol, un saludo

Hilario dijo...

¿De fútbol? Mira, casi que no... mejor hablamos de otras cosas, porque vaya semanita. Además ayer vi lo de vuestro chaval del Cadete B y ya me acabé de desanimar del todo...