sábado, 6 de octubre de 2007

YA SE LO PAGARÁ MI MADRE

Siempre me ha llamado la atención el pequeño comercio. Recuerdo cuando vivía en Esplugues como la compra de toda la semana se hacía en "La señora Antonia". Desconozco si la tienda tenía un nombre, creo recordar que unos años más tarde formó parte de una cadena de supermercados.

Recuerdo sobre todo el ir a "La señora Antonia" a buscar los olvidos, es decir, a por una botella de aceite, a por una bolsa de patatas, a por vinagre, etc. Y nunca pagaba, era unos cuantos los que al grito de "ya se lo pagará mi madre" hacíamos nuestros pinitos como compradores.

Cuando vine a vivir a Cornellà justo en mi calle habían dos bodegas: los extremeños y la señora Antonia (no era la misma de Esplugues, pero casualmente compartían nombre). De aquí ya tengo más recuerdos, vendían de todo, aunque la compra general ya no la hacíamos ahí. Era una tienda para comprar alguna cosa olvidada y la garrafa de agua que era de cristal, retornable y pesaba mucho... La compra la hacíamos en los supermercados, en el Ricmar, en el actual Caprabo anteriormente llamado Valvi (que gran equipo de baloncesto el Valvi Girona), etc.

Estaba claro el resultado. Primero cerraron los extremeños y más tarde "la señora Antonia". Durante un cierto tiempo, poco a poco, desaparecieron las pequeñas bodegas. Ese hueco lo empezaron a llenar algunas panaderías, que empezaron a vender productos más allá del tradicional pan.

Ha tenido que ser la llegada de la inmigración la que ha provocado que tengamos otra vez entre nosotros esas pequeñas tiendas donde encontrar de todo. Pakistaníes, asiáticos, magrebíes y sudamericanos en general comienzan a abrir pequeños negocios donde aunan la venta de productos típicos de sus paises con alimentos de primera necesidad.

Un lugar donde comprar "los olvidos". El otro día necesitaba limones y no tenía, así que acudí a una tienda en la calle Abedul. Yo compré dos limones (33 céntimos) y cuando iba a pagar entro un niño marroquí. Cogió un cartón de leche y le dijo unas palabras en su idioma al dueño que no entendi. Se fue sin pagar. ¿Le diría "ya se lo pagará mi madre? Apostaría a que sí.

2 comentarios:

Turko dijo...

Que verdad!
A mi me pasa lo mismo cuando paso, por un parque o un merendero y veo allí a los inmigrantes pasandoselo teta.
Pienso..joder eso lo hacia yo de pequeño, nos ibamos los fines de semana a comernos la tortilla y pasar el dia en el campo...ahora no.
Los autoctonos vamos a los Centros Comerciales a gastar, y creo que no hemos ganado con el cambio.
Curioso que la gente se queje de ellos cuando actuan, como lo haciamos nosotros. Rebelión en la Granja (Orwell) ;)

Hilario dijo...

Hola Turko,

Primero de todo, gracias por entrar aquí.

Tú también tienes razón en tu escrito, es ésta otra costumbre que se ha perdido, yo también recuerdo ir los domingos al campo: a la Salut a Sant Feliu, a Santa Creu d'Olorda, a les Fonts de Terrassa... Como bien dices, ahora llegan los domingos y a todo el mundo le entran ganas de ir a los centros comerciales.

Te recomiendo la canción "Si tú quisieras" de Pedro Guerra.

Saludos.