lunes, 25 de junio de 2007

FINAL DE COPA (II). EL PARTIDO



No, no me he equivocado de foto. Mientras veía el partido, sufría y reflexionaba sobre qué le pasaba al Sevilla. Lo tenía claro. Su comportamiento fue similar al de las pilas. ¿Cuando erais pequeños no habéis metido nunca una pila usada y gastada en el congelador para que volviera a funcionar? Pues explico lo que pasaba, ponías la pila, y funcionaba, pero al poco tiempo hacia "puff" y debaja de funcionar. Eso le pasó al Sevilla. A estas alturas de la temporada es un equipo físicamente roto, tras haber jugado 63 partidos. Así que aprovechó los primeros minutos, los minutos donde la pila metida en el congelador aún funciona para aprovechar un fallo del rival y batir, tras una galopada desde medio campo y sacarle ventaja al central aún conduciendo el balón y batir por bajo a Luis García. Supongo que ya sabéis que el golito fue obra de Fred Kanouté.

A partir de ahí, pues a verlas venir. Ya sé que una final no es el mejor lugar para ver buen fútbol, pero mi equipo me decepcionó. Eso sí, hizo su partido, dominó la batalla del otro fútbol y en ningún momento el Getafe dio sensación de peligro. Mentira, la dio antes del gol del Sevilla, pero el novio de NuriaBer demostró que no es Kanouté o, mejor dicho, Sant Andreu Palop demostró que no era Luis García.

Cuando tengo la posibilidad de ver fútbol en directo en un estadio rara vez miro el balón. Debo ser un bicho raro, pero me gusta fijarme en otros detalles. En como un defensa tira la línea arriba para hacer el fuera de juego, en como un lateral cierra un centro por el otro lado, como los delanteros bajan a recibir o se desmarcan buscando la diagonal, como los medios centros hacen la cobertura a los jugadores de banda cuando estos se incorporan al ataque (me parece que en el curso de entrenador te enseñan este movimiento que se llama permuta).

He tenido la suerte de ver en directo el primer partido y el último oficial del Sevilla este año. En el primero, me enamoré de su fútbol y de dos hombres: Daniel Alves (supongo que como todo el mundo) y Christian Poulsen. Impresionante el trabajo que hizo el danés, como él solo se comio a todo el centro del campo del Barça. Estuvo sensacional también Renato, Navas y Adriano parecían puñales por las bandas e incluso cuando salió Puerta hizo una jugada que de haber acabado en gol, riéte tú del gol de Messi al Getafe. Es verdad, el Getafe, que me voy de tema. El Getafe era el rival de ayer. Y suerte. Porque si hubiera sido un equipo más potente, como ya nos demostró el Villareal, lo hubiéramos pasado mal, muy mal. El equipo no hacía la presión que hizo en Mónaco. Con el marcador a favor, no contragolpeó igual. Pero ganó. Como ganó en Mónaco. Como ganó en Glasgow. La segunda parte sufrí bastante. Aún no entiendo como Kanouté se convirtió en casi un medio centro, como era el encargado de iniciar las jugadas de ataque y como a veces parecía más un boya de waterpolo que un futbolistas. Un poco más gordito y era clavado al gran boya español, o mejor dicho, hispanocubano Iván Pérez. Iván Pérez hay otro, el hermano de Alfonsito, natural de Getafe. Es verdad, el Getafe, que me vuelvo a ir de tema. Desde el principio mostró un juego bastante duro, creo que consciente de su inferioridad.

Y es que seamos serios, no nos podria ganar un equipo cuyo estadio recibe el nombre de un símbolo bético: Alfonso Pérez Muñoz.

Pitó el árbitro y empezamos a cantar.

"Campeones, campones oeoeoeo"

1 comentario:

Anónimo dijo...

CHAPEAU.....COMPAÑERO