ENTRENADOR DE FÚTBOL BASE Y SU FORMACIÓN

Tras una conversación con un amigo, que se está planteando meterse o no en este mundillo del entrenador de fútbol base, empiezo a reflexionar sobre cómo debería ser un entrenador de fútbol base.

Dentro de este mundo hay muchísimas diferencias que vienen marcadas por diferentes circunstacias. Ahí entran factores internos del entrenador (sus conocimientos futbolísticos y su capacidad para poder enseñarlos, es decir, su pedagogía; así como los educativos, los de preparación física, etc.) y otros factores externos (el club dónde estés, su idiosincrasia, la edad de los niños, sus padres/madres y su comportamiento hacia ellos y/o hacia ti, el nivel de competitividad, etc.).

Parece ser que la Federació Catalana de Futbol apuesta fuerte por la formación de los entrenadores, creando la figura del "monitor de futbol base" que en unos años será obligatorio para todo aquel que quiera ejercer como entrenador.

Sinceramente considero que es un avance al respecto. Algunos dicen que la formación no es garantía de nada, pero sí que puede serlo. Me explico... ¿Dejaríamos a nuestros hijos/as en la escuela con profesores no titulados? La respuesta es no. Ahora, lo siguiente. ¿Hay profesores titulados que son incapaces de conducir grupos de personas? Sí.

Otro ejemplo. ¿Alguien sin carnet de conducir está autorizado para conducir? No. ¿Alguien que tenga carnet de conducir es buen conductor? No, pero tiene más posibilidades de serlo que él que no lo tiene.

Creo que hay un punto importante, que es la edad de los jugadores. Me es difícil hablar de fútbol base e incluir a niños de 5 a 18 años. Yo diferenciará dos grandes grupos, quizás hasta los doce años donde hablaríamos de aspectos más formativos introduciendo poco a poco el factor de la competitividad, y a partir de doce años donde la competitividad empieza a adquirir una mayor importancia.

En relación al primer grupo, es donde más carencias veo en los entrenadores. Supongo que cuando un entrenador lleva muchos años en esto cada vez pasa a entrenar a equipos de más edad y, por este motivo, aquellos que empiezan lo hacen con los equipos de más corta edad. Y aquí, después de más de diez años entrenando benjamines y alevines uno puede describir más de una barbaridad que ha visto, tanto por los campos de Dios, como en los propios clubes donde he estado.

Podemos distinguir dos tipos de entrenadores. El chaval joven, jugador de fútbol, que empieza a entrenar y el señor que lleva toda la vida entrenando. El primero comete el error de pensar que entrenar es hacer lo mismo que a él le hacen. Esto nos lleva a ver prebenjamines haciendo estiramientos de aductores o a benjamines haciendo serie de abdominales y/o flexiones. Y el segundo, suele cometer el error de pensar que la autoridad está en el grito y que la enseñanza está en la humillación.

Quiero dejar claro que estoy hablando de estereotipos, hay grandísimos entrenadores jóvenes y grandísimos entrenadores del segundo grupo.

Considero que mi propia formación académica en el campo de la educación y la psicología me ha sido útil para este trabajo. Evidentemente no se puede exigir a nadie que sea diplomado o licenciado en alguna rama de la educación para entrenar un equipo de fútbol. Faltaría más. Pero creo que estamos en el buen camino si exigimos que los entrenadores tengan una titulación.

Así, muy posiblemente, la época de los entrenamientos calentamiento, rondo, partido y la táctica de "cada uno al suyo y echarle huevos" que más de uno hemos vivido como jugador pasaría a la historia.