SIESTA

Es increible como cambiamos durante la vida. Mejor dicho, cómo pueden cambiar nuestros gustos y nuestras aficiones. A día de hoy, una de mis mayores aficiones, lo reconozco, es echarme una buena siesta.

Siempre que puedo, cae una. Las siestas buenas son esas en las que no tienes hora de levantarte. Por ejemplo, entre semana puedo disfrutar todos los días que no tengo entreno con aproximadamente una hora y cuarto de siesta, pero el hecho de tener que levantarte no te hace disfrutar igual. Por eso las mejores siestas son las siestas de domingo, las siestas de verano... Además, siestas de pijama y orinal. Como debe ser. Como dijo Cela...

Os explicaba lo del cambio de gustos porque en mi infancia adolescencia estuve traumatizado por el tema siesta. No podía entender porque después de comer no podía salir a la calle a jugar. Recuerdo que mi padre ponía una manta en el suelo en mi casa de Esplugues y allí mi hermano y yo peleábamos por un sitio. Recuerdo esas siestas que mi madre me obligaba a pasar en la manta, delante del televisor. Creo recordar que veíamos El Coche Fantástico, el Gran Héroe Americano y todas esas series, a la hora de la siesta.

Las siestas en el pueblo eran peores. Todo el mundo se acostaba, el calor era insoportable. Mi hermano al ser mayor salía de noche y la siesta no la perdonaba. Yo recuerdo salir un día a jugar con el balón y ser abucheado por los vecinos, por hacer ruido "a la hora de la siesta". La llegué a odiar.

Y ahora mira, no hay domingo que no acabe de comer que no me entren ganas, a veces cercanas a la necesidad, de pegarme una buena siesta. Y la siesta, como no, se duerme en la cama. Repito, con pijama y orinal.

Pd. Escribir este hilo se me ocurrió mientras despertaba de la siesta que me acabo de pegar. Ahora duchita y soy hombre nuevo.