¿QUÉ NOS PASA?

Esta es la pregunta que lleva un par de semanas en mi cabeza. Me estoy refiriendo a los resultados y en menor medida al juego de los míos, el alevín A del Sani.

Tras caer de forma estrepitosa por cinco goles a uno en el campo del Mercantil (la primera vez que este equipo en dos años encajaba más de tres goles y que perdía por una diferencia de cuatro) uno pensó que era el típico partido malo, tonto, dónde las cosas no salen y también, como no, ante un gran rival, toda una escuela de fútbol como es el Mercantil con jugadores escogidos entre todo el Vallès. No le dimos importancia.

La semana pasada no pudimos pasar del empate a cero frente a la Escola de Futbol Sabadell, un equipo que tuvo suficiente con cerrarse bien atrás con una línea de cinco y jugar muy arropaditos. Nosotros fuimos incapaces de jugar el balón por banda, nos precipitamos en querer entrar por el centro, en buscar la jugada individual. Parece ser que se nos olvidó jugar en equipo. Los dos palos y las buenas intervenciones del portero visitante tampoco puede ser una excusa, era una partido que se tenía que haber ganado.

Y esta semana, en un pésimo campo como el del Matadepera, pequeño, estrecho, no podemos decir que era de tierra, sino que era de piedras y polvo... donde era imposible jugar al fútbol volvimos a caer por tres goles a uno, un partido que en la primera mitad tuvimos bien controlado y que perdimos en los minutos finales con sendos contraataques en dos jugadas calcadas.

Reflexionado, diversos son los hechos que creo que nos hacen llevar a esta situación. Por un lado el estar situado en tierra de nadie, quizás hacen que los chavales anden más desmotivados que el año pasado que conseguimos el ascenso. Quizás yo ahí tenga mucha culpa, precisamente porque todas las semanas le insisto en eso. El año pasado no fue nada agradable para mí, nos dejamos llevar por la vorágine de los resultados, cada semana era una tensión. Este año la situación tenía que ser diferente, había que salir al campo a jugar, a divertirse, a hacer lo que más le gusta a los chavales que es jugar a fútbol, pero parece que no es así, últimamente se nos ha olvidado jugar. Y ya no habló de estar acertados cara a puerta, que de eso siempre hemos ido escasos, sino que creo que cada vez estamos jugando peor.

Otro factor que juega en nuestra contra es el hecho de jugar en el grupo del Vallès. Y ya no sólo me refiero a sufrir arbitrajes caseros (como nunca en mi vida, vergonzosos en muchos sitios) sino al hecho de no poder ver a los equipos, no conocerlos, no conocer los campos donde se juega, muchos de ellos campos pequeños, de tierra (por llamarlos de alguna manera) donde es imposible jugar a fútbol y donde mi equipo no se siente para nada cómodo. Creo que es un factor importante. Por ejemplo, el año pasado sabía de memoria como jugaban el Gavà o el Casablanca que eran nuestros rivales. Este año no, pero me es imposible desplazarme 40 kilómetros para ver partidos de mi grupo.

Nos quedan cinco partidos en los que intentaremos volver a recuperar la alegría en el juego, intentar la circulación rápida de balón con llegadas desde los extremos. Ya os iré contando si lo conseguimos o no.