Mi vecino puerta con puerta cuando vivía en casa de mis padres era el señor Césareo. El señor Cesáreo vivía con su mujer, la señora María, y su hijo Paco. Tenía otro hijo, Pedro, que ya estaba casado. Aún así, yo siempre decía en broma que quería ser como Pedro, porque iba a comer todos los días a su casa "Es que vive en Abrera, trabaja en Esplugues, y esto le pilla más cerca" decía el señor Césareo y además el domingo se presentaba a comer "con toda la familia".
El señor Cesáreo era esa clase de hombre con la que nunca he tenido un roce más allá de las conversaciones de rellano, de ascensor, de portería o de calle. Aún así, era una persona entrañable, de las que te dejan huella y te queda esa sensación de que hubiera sido interesante conocerlo un poco más. Lo que hacía de Cesáreo una persona especial era que vieras dónde le vieras siempre te hacía el mismo comentario. Tenía tres temas, aunque las palabras siempre eran las mismas. Exactamente las mismas.
1) Nostalgia del pasado.Compañero, hay que ver, para lo que hemos quedado. Yo llevo muchos años trabajando, desde los ocho años trabajando. Y ahora mira, el recadero a los recados. Sólo valgo para hacer lo que me manda María. Y claro, voy a la compra, porque mi Pedro viene a comer todos los días. Es que vive en Abrera, trabaja en Esplugues y esto le pilla más cerca.
2) Ocio. Yo no soy hombre de bares . Yo no voy nunca a los bares. Es más, no sé ni como se cogen las cartas. Yo no tengo ningún vicio, sólo mis pajarillos.
3) Los pajarillos. Yo no tengo ningún vicio, sólo mis pajarillos. Y es que la María (su mujer) no quiere que los tenga, porque ensucian mucho, y claro, dan mucha guerra. Luego claro, queremos ir al pueblo y no tenemos donde dejarlos. Pero es que yo me distraigo con los pajarillos. Es que la María...
Hace un par de años, su hijo Pedro decidió montar un negocio en su pueblo y regresaron con ellos. Creo que era un pueblo de Badajoz. Supongo que allí seguiría haciendo la compra, seguiría con sus pajarillos. No lo sé.
Al llegar a mi casa, mi madre me ha dicho que Césareo murió ayer. Que los bares del cielo estén tranquilos, que Césareo no es hombre de bares. Eso sí, que se vayan preparando los dueños de las tiendas de las animales, que seguro que ha llegado dispuesto a comprarse y a entretenerse con sus pajarillos.
Descansa en paz, compañero.
viernes, 18 de abril de 2008
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1 comentario:
Bonito articulo...si señor!
Gran Cesareo!
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