DANIEL

He conocido a mucha gente en este mundillo de la música. Muchas veces me he preguntado porqué hay gente que llegán más y otros que llegan menos. Después de mucho reflexionar, creo que hay un porcentaje muy pero que muy grande de suerte, de azar, de estar en el momento oportuno en el lugar adecuado.

Son muchos los casos de gente que creo que tiene la suficiente calidad, el suficiente talento e ingenio para situarse un paso más arriba, para adentrarse en ese grupo de privilegiados que ya no sean multimillonarios, ni millonarios, sino que puedan vivir de la música. Muchas veces me he preguntado, ¿por qué fulanito sí y menganito no?

Cuando escuché por primera vez a Daniel me gustó. Su pegadizo Dime dónde vives en qué portería, su Bajo el almendro, su Lavavajillas y sobre todo su Te quiero porque me da la gana, que es el video que os he dejado. Me parece una filosofía de vida: te quiero porque me da la gana, te quiero porque me gustas y en mis gustos nadie manda. Es una forma de decir, ¿Qué pasa?

Pero cuando conocí a Daniel fue cuando me acabo de entusiasmar. Un chaval de barrio, de la Barceloneta, con los ojos brillosos cada vez que hablaba de sus canciones, de sus ilusiones, de sus conciertos. Dónde me quieras llevar tuvo su momento, a mí entender estuvo mal llevado, creo que Lavavajillas tuvo que ser single...

De todas formas, eso ya es agua pasada. Y es que Daniel va a volver a la carga, de momento aquello que he escuchado me ha gustado y mucho, a ver si realmente esta vez le ayuda ese factor azar que está tan y tan presente. Esperemos que sí, porque realmente se lo merece.

Si quieres oir más, ya sabes, pon Daniel Francés en Youtube.