Anoche estuvimos durante más de tres horas en Peumayén. Peumayén significa lugar soñado en la lengua de los indígenas mapuches del cono sur latinoamericano. Es una ciudad portuaria. Allí, Ismael (Serrano), Jacob (Sureda), Freddy (Marugan) y Javier (Bergia) aunaron teatro con música. Los cuatro marineros, entre las redes vacías de pescadores, el salvavidas, bajo el parpadeo incesante de un faro. En ese malecón donde rompen las olas disfrutamos como nunca del concierto.
Y qué deciros de éste. Qué contaros. No sería objetivo. Comunión perfecta entre público y cantante. Canciones coreadas una tras otra, con más fuerzas aquellas primeras, cuando Ismael lucía flequillo. Aplausos y vítores en cada frase con mensaje.
Risas y emoción a partes iguales si hubiera habido una balanza. Nos enteramos de distintas noticias. Zapatero y Rajoy son los finalistas de la última edición de OT, cantando a dúo "Somos novios" de Armando Manzanero.
Bueno sí, tengo algo que contar. Llegó un momento en que se calló el ruido. Y en ese momento, esa sensación será inolvidable para toda mi vida. Allí estábamos ella y yo. Y nadie más. Y oimos la lluvia caer. Se limpió la ciudad de espectros. Pudimos hablar. Soplamos sobre las heridas. Le dije que me hablara de sus abrazos, de nuestro amor imperfecto, de la luz de Su utopía. Su preciosa voz tapó el estruendo. Pero sobre todo, entendimos que nos queda la esperanza.
Porque ya lo dijo Aristóteles. La esperanza es el sueño del hombre despierto. Y uno de nuestros sueños está más cerca de cumplirse. Gracias Ismael por ayudarnos.
1 comentario:
Ismael Serrano será y es uno de los grandes, a la altura de Serrat. Sabina y Victor Manuel
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