KANOUTÉ JUGÓ EL DOMINGO EN CORNELLÀ

Que nadie piense que el titular está equivocado. Es cuestión de seguir leyendo. Igual ahora que ya estamos en la segunda línea sigues pensando que estoy equivocado. Que cuando jugó fue el sábado. Pues tienes razón, mejor dicho, ambos tenemos razón. Porque Kanouté también jugó el domingo en Cornellà. Venga, os voy a contar...

Este domingo el Amateur A del Sani se enfrentó al Camp Clar de Tarragona. Ya me habían avisado que en el equipo tarragonino jugaba un defensa central que se hacía llamar... Kanouté. Mi curiosidad iba en aumento... Miro la pizarra de las alineaciones y veo que es suplente, los veo salir a calentar y... ahí tenemos a Kanouté. Impresionante físico, rostro muy similar (aunque sin barba y con pelo)...

¿Le digo algo? Bueno, esperaré. Empieza el partido y a los cinco minutos, Kanouté salta a calentar. Y lo hace justo delante de la ubicación de nuestro presidente, Durán, Felipe y resto de gente de la Junta Directiva. Era la mía, ahora o nunca. Me acercó a él y le digo ¿Qué pasa Kanouté? Para el calentamiento (bueno, el conato de calentamiento), me da la mano. Le pregunto si era de Mali como su ídolo. Me explica que no, que es de Nigeria, que lleva ya unos cuántos años en Tarragona, le pregunto por su trabajo, le pregunto por qué no le iba convocado Nigeria para jugar la Copa de África... Nos pitan un fuera de juego en contra que no era, Kanouté se ríe. Bien, línier, bien, linier dice en su castellano africano. Luego se gira, me mira, se ríe y dice. No era fuera de juego, pero le hago la pelota al línier.

Risas y más risas. Intento pactar con él, que salga y haga un penalty en contra. Me pregunta que cuánto le pagaría... Llegamos al descanso y nos despedimos entre risas. Comienza la segunda parte, y sigue calentando. En el minuto 64 salta al campo, después de más de una hora de calentamiento, Kanouté. Se coloca de defensa central, el partido ya está roto pero consigue salvar un gol en la línea. Como yo siempre digo, un gol de defensa es evitar un gol.

El partido finaliza y Vidal, el entrenador local, medio en broma, le pregunta al jugador cómo ha fallado ese gol. El cabrón del negro que me la ha sacado en la línea afirma el jugador, sin saber que detrás tenía a Kanouté. "Eh, no me insultes", le dice, mientras sigue riendo.

Acaba el partido, pasa por la ducha y me acerco a saludarlo. Le deseo que le vaya bien por Tarragona y le doy la mano. Él, como siempre, sonríe. Me separó de él y algo comenta con sus compañeros, que lo rodean, todos riendo. Creo que Kanouté no dejó de reir en todo momento.