Ayer tarde, tras varias semanas de retraso, finalmente llevé a cenar a Martina al McDonalds (bueno, Mandonals para ella) no sin antes ser vapuleado jugando a los bolos de la Wii. ¿Cómo lo hará para encandenar tantos plenos? Así que tuve que tirar de veteranía y cambiar el juego. En tenis soy prácticamente invencible...
Llegamos al McDonalds (reproduzco literalmente la conversación).
- Hola, buenas
- Buenas.
- Quería dos Happy Meal, uno con hambur...
- ¿Para niño o para niña?
- ¿Perdón?
- Sí, que si el happy meal es para niño o para niña. Es por los regalos.
- Perdone, señorita, pero creo que la suya es una pregunta sexista. Ústed dígame qué regalos tiene, porque igual a la niña le apetece un regalo de los que usted considera que son para niños...
- (Cara de incredulidad de la dependienta) Esto o esto.
- Póngame uno de cada, así podrá elegir. Por cierto, ¿la bebida de uno de los happy meal puede ser cerveza?
- No, sólo agua y refresco.
- ¿Y si le cambio el regalo (de niño o niña, el que usted quiera) por una cerveza?
- Tampoco.
- Bueno, pues entonces póngame una cocacola de esas de grifo que son tan sabrosas (sic).
- ¿Hamburguesa normal, sin nada o con queso?
- Una normal, una sin nada. De postres dos Petit-Suisse.
- ¿Perdón?
- Bueno, dos Danoninos, es que aún no me acostumbrado a la nomenclatura nueva.
- Ah, y cinco hamburguesas de un euro, dos con queso, tres sin queso y dos Chicken Burguer. Y una cerveza.
2 comentarios:
tio, tio como se nota que no sueles ir a estos sitios
si es que no se te puede sacar de casa...por cierto, que eran los regalos? No eres el unico curioso...
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