NO HAY QUINTO MALO

El pasado viernes disfrutamos del concierto de los Muñoz en el Palau Sant Jordi. Bien acompañados por Miguel y Vanessa, y con la barriga llena con ese pedazo bocata de cochinillo en el campo del Sani.

Éramos cuatro de las 18000 personas que abarrotaron el pabellón. La escenografía y la potencia de sonido a la altura de lo que ya son. En los alrededores del escenario, unos bloques de viviendas que simulaban el barrio. Faltaba una sucursal de la Española, pero tampoco nos importó. Hicimos unas cuantas salidas a comprar bolsitas de revuelto (con Triskis y todo). Eran tan amables que con cada bolsa de revuletos nos regalaron un litrito de cerveza. Y es que siempre bebemos más cerveza de la que podemos tragar

Era el quinto disco, el quinto Palau Sant Jordi. Ya dicen que no hay quinto malo (ya sea San Miguel, Cruzcampo, Estrella o lo que sea). Creo que he estado en los cinco. La situación casi siempre es la misma, las voces del público que conocemos de pe a pa las letras de las canciones y que cantamos, muchas veces nuestras voces superan a las suyas. Como un karaoke, pero a lo bestia.

Fueron 24 canciones, las 12 de Allenrok y otras de discos anteriores. Para empezar el primer single, Cuando amanece, con la voz de Chonchi Heredia, la cual volvió a aparecer cantando "Tu Calorro". El concierto como es habitual deambula entre la rumba y el rock urbano, otras canciones donde se coquetea con el trahs metal o incluso el reggae. La banda, como siempre, a la altura de las circunstancias. Mi admirado Juan Maya a la guitarra española, Luisito Dulzaides en la percusión, Angi Bao en la batería...

Fueron cayendo todas las canciones de Allenrok, Pastillas de Freno, Vino tinto, Ya no me acuerdo, Fuente de energía, un medley con Cacho a cacho, el del medio de los Chichos, La raja de tu falda y para finalizar la mejor canción de Estopa, con permiso de todas las restantes: Como Camarón. Dos horitas muy intensas. No había mejor manera de finalizar.