AYER VI A OT ESCOLÀ

Ayer vi a Ot Escolà. La noticia no tendría mucho sentido sino fuera porque Ot lleva siete meses dentro de la barriga de su madre. Es decir, que aún no ha nacido. Ayer vimos su ecografía en 4 dimensiones. Es increible como avanza la ciencia, anoche pensaba qué pensará el propio Ot cuando sea mayor y vea su propio video, cuando él mismo se vea dentro de la barriga de su madre.

Os pego la explicación médica de la ecografía 4D y os adjunto una foto de lo que se puede ver en el vídeo. Evidentemente, no es mi amigo OT, sino que está sacado de una página médica.



Gracias a la ciencia, los métodos de diagnóstico prenatal son cada vez más complejos. La ecografía tridimensional en tiempo real en movimiento o 4D es una nueva tecnología al servicio del seguimiento clínico del embarazo que aporta más detalles sobre el estado del bebé dentro del útero.

La ecografía tridimensional ha venido a complementar y no a suplantar la ecografía tradicional (2D). Cada una ofrece un diagnóstico diferente. Mientras en la bidimensional se aprecian los órganos internos del bebé, la 3D permite visualizar con gran precisión los volúmenes fetales facilitando la detección de malformaciones y anomalías que no se detectan mediante la ecografía normal.

Se llama 4D o 3D en movimiento porque es una ecografía en tres planos con el añadido de la cuarta dimensión, o sea, en tiempo real en movimiento. Gracias a ello se pueden ver gestos faciales del bebé nunca vistos como el bostezo, una sonrisa, el parpadeo o la succión. También se pueden ver claramente los movimientos fetales y valorar el estado de las extremidades, los genitales y otras partes del cuerpo, además de realizar mediciones más precisas.

Además de la función de diagnóstico prenatal, la eco en 3D-4D significa una gran tranquilidad para los padres desde el punto de vista psicológico. Pueden ver al bebé moviéndose con toda precisión lo que supone un impacto emocional muy positivo. Hasta ahora, en la eco normal, los padres sólo veíamos manchas blancas difíciles de interpretar.

Se puede realizar en cualquier momento del embarazo, pero la etapa ideal para poder apreciar bien los movimientos de la cara del bebé es entre la semana 25 y 32. Al igual que la tradicional, los ultrasonidos no suponen ningún riesgo para la madre o el bebé en gestación.