Anoche pudimos vivir -nunca mejor dicho- otra vez un nuevo capítulo de las diferentes historias que nos cuenta el maestro Serrano. Si el cuento pasado nos trasladaba a Peumayen, como ya os dije en http://todostenemosalgoescondido.blogspot.com/2008/12/tres-cortas-horas-en-peumayn-con-ismael.html ahora el turno le tocaba al salón de su casa.
Nos enseñó sus entresijos, y sobre todo, nos contó cómo eran todos sus vecinos. Y es que claro, hay situaciones inolvidables en la vida de un hombre/mujer. Y una de ellas es la primera reunión de vecinos como propietario de un inmueble. Y luego, como las paredes son de papel, también nos contó cositas de ellos. Era imposible no verse reflejado.
Un concierto de Ismael Serrano se puede definir como aquel evento en el cual, entre historia y historia, alguna con alto contenido reivindicativo, otras más humorísticas, otra ahondando aún más si cabe en nuestras vidas cotidianas, etc. el vallecano aprovecha para cantar canciones. Sinceramente, a mi modesto entender, tampoco hacen falta. Como se diría en el mundo de la pedagogía, a mí me interesa más el currículum oculto que el currículum oficial...
De canciones, a destacar nuevas versiones de El Virus del Miedo (a mí amigo Juanma no le gustó, pero a mí no me pareció fea) y, como no, tremenda interpretación de "Si se callase el ruido". Si me conoces bien, sabes el significado que tiene para Vani y para mí. De su nuevo trabajo, se dejó alguna en el tintero, eché en falta algunas de mis favoritas como El hueco en el que anido o Papel encontrado en la cocina.
Aunque puede ser que las cantara y mi estado de Éxtasis de Santa Teresa (similar al tan bien representado por Bernini)no me las dejara percibir. Pero no, creo que no lo hizo...
Respecto al resto del grupo, los guerreros de siempre (Sureda, Marugan y Bergía), esta vez acompañados por una dulce voz a los coros y la percusión y un bajo(perdón, no recuerdo sus nombres).
Lo de Javier Bergía merece un punto y aparte. Es su Sancho Panza particular. El público ya espera sus diálogos con Serrano, más bien, sus surrealistas e irónicas respuestas a sus acertadas preguntas. Juega a la perfección su papel cómico para dotar de contenido humorístico las historias que nos cuenta. Se atrevió hasta a salir con un precioso batín de seda con un tigre a su espalda... Aún así, seguimos sin saber cómo le queda la lencería...
En resumen, acordándonos de vivir. Tres horas, algo más, cortas, muy cortas. Por cierto, yo también sigo preguntándome día a día qué es vivir.
PD. Muchas gracias y un fuerte abrazo para Tony y para Celes ;)
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