miércoles, 5 de mayo de 2010

J'HAYBER. TENER O NO TENER

Paso cuatro veces al día, de ida y vuelta del trabajo, por delante de una zapatería situada en la Plaza Catalunya de Cornellà. Se llama Raul Robert. Lo hago regularmente desde el año 2004, aunque no recuerdo con exactitud desde cuando me fijo...

Y es que, en su escapárate, sin desaparecer nunca, cada día miro unas bambas (deportivas, zapatillas o cómo las querais llamar). Allí están, inmóviles, aparentemente felices, con su cartelito con el precio, aunque yo sé bien que están añorando un tiempo pasado. Ya sabéis, cualquier tiempo pasado fue mejor...

Son exactamente éstas.



Me pregunto si en algún momento durante estos años han sido vendidas y reemplazadas por otras que tienen en el almacen. De hecho, no tienen ningún color amarillento y son aparentemente nuevas. Me pregunto también que pensarán las bambas. Durante una época, era la zapatilla de moda. Antes de la aparición masiva de la Nike, de Adidas y en menor medida de Reebook, las J'Hayber estaban de moda.

Era la época en que las anunciaba el malogrado Antonio Díaz Miguel. Se disputaba el mercado con las Adidas Epi y las Nike Jordan. Aún no habían salido las Reebook The Pump, o sea que hace más de 20 años (qué viejo que soy).

Pienso en las J'Hayber, cada vez qué paso y las miro, cual muñeco roto y olvidado y os confieso que me dan ganas de entrar a la tienda y pedirle un 43 de esas bambas. Pero entonces, ¿Qué será de mi cuando pase por el escaparte y no las vea?

Ser o no ser. Tener o no tener.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¡ Hola Hilario ¡
Me alegro que le quites el polvo al teclado.En cuanto a lo de la zapateria, te tienes que alegrar que te paras a mirar el escaparate,y no digas lo viejo que eres treintañero el problema para ti seria si empiezes a tener curiosidad por las obras ,ya que esa és la puerta que se cruza para dejar de ser joven por dentro.
Un saludo , y besos para Vanessa.

Francisco (El que suele trabajar de noche y vive de las mujeres)

Anónimo dijo...

¡ Hola Hilario ¡
Me alegro que le quites el polvo al teclado.En cuanto a lo de la zapateria, te tienes que alegrar que te paras a mirar el escaparate,y no digas lo viejo que eres treintañero el problema para ti seria si empiezes a tener curiosidad por las obras ,ya que esa és la puerta que se cruza para dejar de ser joven por dentro.
Un saludo , y besos para Vanessa.

Francisco (El que suele trabajar de noche y vive de las mujeres)

Turko dijo...

Mi madre me las compraba, porque eran las únicas que aguantaban el año escolar completo.
También eran y son, un referente en el mundo de las mallas y los pelos largos.